miércoles, 15 de marzo de 2017

Si Usas Ajo Como Remedio Medicinal no Cometas Estos Errores


Se ha escrito mucho sobre la forma de utilizar el ajo como un antibiótico natural y del hecho de que muchas personas optan por este superalimento cuando se trata de obtener más de una infección o enfermedad. 

Puedes utilizarlo para hacer un jarabe natural para las infecciones de pecho y, además, el ajo se puede utilizar para reducir el riesgo de cáncer de pulmón. Pero si quieres ajo como remedio medicinal, es importante saber cómo usarlo correctamente. De lo contrario, sus beneficios para la salud son limitados, y es posible que no obtengas los resultados positivos que estás buscando. Sigue leyendo para saber los errores que no debes cometer al usarlo como remedio medicinal.

Errores comunes que se cometen al usar el ajo como remedio medicinal
Si estás tratando de utilizar el ajo como medicina natural necesitas evitar una serie de errores comunes.

Error # 1 – Uso de ajo cocido
Cocinar el ajo es completamente aceptable si se utiliza para condimentar los alimentos. Sin embargo, la cocción destruye el ingrediente activo: la alicina. La aicina es uno de los compuestos que se encuentran en el ajo que contienen azufre y que se conocen colectivamente como tiosulfinatos. La alicina se activa cuando se mastica crudo, picado o machacado. Pero, se desactiva por el calor, que es la razón por la que al cocinarlo, disminuye su potencial de curación y debe ser evitado.

Error # 2 – Consumir el ajo en forma de píldora
Para evitar el olor y sabor potente, algunas personas deciden tomar pastillas de ajo en su lugar. Como suele ser el caso, el camino más fácil no funciona muy bien. Como se mencionó anteriormente, para activar su compuesto poderoso, se necesita ingerirlo crudo y aplastado. Ninguna píldora, polvo o en forma seca, puede igualar el potencial terapéutico de ajo en estado natural.

El mal olor del gas de fósforo desaparece cuando se seca el ajo, se procesa o cocina, pero también lo hacen algunos de los beneficios para la salud. El ajo seco conserva propiedades anti-oxidantes y puede ayudar a combatir los radicales libres – pero nunca en la misma medida que lo hace su estado crudo. Si no te gusta para nada crudo, sólo recuerda que se ha demostrado que masticarlo puede ser tan eficaz como la penicilina en algunos casos.

Error # 3 – Usar ajo que ya tiene mucho tiempo
Asegúrate de que las cabezas de ajo que compres sean frescas y no de mucho tiempo. El ajo fresco tiene una tira verde que se prolonga por en medio de los dientes. Como siempre, el ajo orgánico es, por mucho, la opción más saludable.

Fuente: https://youtu.be/FYoXrZoWjrM